Salvador de Bahia (Brasil) - 

Testimonio de una mujer libre - Desde Polonia a Barcelona y Brasil con los indios Pataxó

Por Hélios Molina - 
Desde Polonia a Barcelona y ahora con los indios Pataxó en Brasil. Anna es una antropóloga "que se busca la vida". Activista frente al peligroso agro negocio defendido por Bolsonaro y sus milicias. Una vida de aventuras, estudios, alegrias y luchas. Testimonio de una mujer libre .

©ƒotos Anna Kurowicka

"Me llamo Anna Kurowicka, soy de Polonia, pero llevo la mitad de mi vida fuera del país. He empezado vivir fuera a los 20 y pocos, por curiosidad de conocer otros rincones del mundo. Una curiosidad que nunca había parado. Primero viví en España, donde por 4 años fui una "sin papeles".

Esto porque en la época Polonia no hacía parte de la Comunidad Europea, y después hubo dos años de transición en los que nosotros, los polacos, no podíamos trabajar oficialmente. Este periodo de 4 años fue para mi un aprendizaje de saber como buscarme la vida de varias formas. Yo estaba formada en la antropología (en verdad, cuando salí estuve aun haciendo el ultimo año). Pero para el momento ser antropóloga parecía una cosa que poco se encajaba con la realidad que yo estaba viviendo. Empecé a trabajar en los bares y en los restaurantes, como todos los inmigrantes.

Empecé a vender en la playa sombreros

En las cocinas y en las barras, sin contrato, sin la seguridad social, a veces recibiendo el sueldo y a veces siendo engañada por los "jefes". Trabajé de azafata en los eventos, incluso bien grandes en la Fira de Barcelona. También sin papeles. Repartía los flyers por las calles... Y vendía. Empecé a vender en la playa. Primero los sombreros, después comenzó hacer mucho viento. Me pasé a los bocadillos. De allí alguien me dejó unos artesanitos para vender. Después, conocí un paraguayo que importaba las ropas hippies de la Asia. Comencé vender para el , en todas las playas de Barcelona. 
Con el tiempo, dejé la ciudad de Barcelona para viajar y vivir en otras partes de España. Ya estaba legalizada en España, pero entendí que los años en la calle me enseñaron mucho y que prefiero buscarme la vida por mi cuenta de que trabajar para otras personas en los bares. Organicé mejor las ventas. Fui a la India, hice mi propio contacto con un fabricante de ropas de allá. Y comenzó a realizar mi sueño mas grande: atravesar el océano y ver el mundo del otro lado. Creo que era el año 2007 cuando vine a Brasil por la primera vez. Con mi hermano.

en bicicletas  en el nordeste de Brasil.

Hicimos un viaje en bicicletas por una buena parte de la región de nordeste de Brasil. Bahía, Ceará, Piauí, Maranhao.... Me encanté no solamente por las indudables bellezas de la naturaleza brasileña. Lo que me había enamorado era la gente, su simplicidad, el no tener nada y tener todo, su gran hospitalidad. Ni una tentativa de robos, tan famosos en Brasil. Dormíamos todos los días en casa de gente nueva, y esta gente nos trataba como su familia. Era algo muy especial.
Yo sabia que esta no iba ser mi única vez en Brasil.

Desde este viaje, empecé a interesarme por la historia de estas comunidades rurales del nordeste que con tanto cariño nos recibían. Comencé a entender que no sabia nada sobre el pasado de Brasil, que hay una otra versión de la historia que la contada por los libros de escuela. De allí, lo que mas me apasionaba era la existencia y la realidad de las comunidades quilombolas. El coraje de irse lejos, de escapar, siendo esclavo. Y lo poco que se sabia y se hablaba sobre esto en mi país y durante mi proceso de educación. Los negros esclavizados escapaban y construían sus propias comunidades, que a veces llegaban a tamaños bien grandes como el mas emblemático caso del quilombo de Palmares. Que llegó a tener 30 000 habitantes y había resistido por 100 años a los colonizadores. Los negros en sus diferentes actos de resistencia se juntaban con los indígenas, que sufrían con el mismo opresor que era el colonizador. Y hoy en día, existen unas leyes especiales reconocidas en las actas constitucionales, que reconocen a ambos unos derechos especiales. Como forma de recompensa por el sufrimiento histórico, que no se había limitado tan solo a la época colonial. Sino que siguió en el siglo XX, y desgraciadamente sigue en el siglo XXI.

Después de aquella primera vez en Brasil, volvía todos los años. Trabajaba en las playas en el verano en España. Y después el invierno lo pasaba en Brasil. Mi interés por conocer la lucha y resistencia negra crecía, empecé a tener contacto con varios movimientos sociales y, justamente, antropólogos. Porque aquí en Brasil los antropólogos si eran unos profesionales cuyo trabajo era bien visible. Por lo menos en el contexto de estas luchas, de los indígenas, de los quilombolas y de los llamados pueblos tradicionales en general. 

Empecé hacer la post-graduacion en antropología en la Universidad de Barcelona. Primero el Master, después el doctorado. Mi investigación la realizaba en un pequeño municipio del Estado Maranhão, en Codó. Región conocida por la grande presencia de las personas negras y de los cultos afro, llamados aquí de "macumba". Como no tuve mucha suerte con las becas- tuve una solamente durante medio año, en la Universidad de Sao Paulo PUC- yo seguía con las ventas.en bicicletas por una buena parte de la región de nordeste de Brasil. . En el año 2017 defendí mi doctorado en la Universidad de Barcelona.

el gobierno miliciano de Bolsonaro un modelo de poder que se ha instalado en todo el país

Después del doctorado, seguí viviendo en Brasil. Ya antes había comenzado a vender aquí, importar las ropas de la India. Al mismo tiempo, no dejé de mantener el vínculo con la universidad brasileña. Participé y participo de dos grupos de investigación en a Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). Una es un nucleo de estudios sobre etnicidad (NEPE) y otro es de la antropología urbana. Estaba articulando un estudio sobre el centro islámico de la ciudad de Recife, en el contexto de las migraciones sur-sur (las que no envuelven a los países del llamado primero mundo). El estudio iba hacer la parte de mi post-doctorado, pero los problemas con el financiamiento en la época de Bolsonaro y después la pandemia pararon este proyecto. 
Ahora estoy desde hace ya 8 meses en el sur de Bahía, en la región del Porto Seguro. Trabajo con las importaciones y ventas de las ropas de la India a los turistas que vienen visitar la región. Vendo en la playa de Caraiva. en bicicletas por una buena parte de la región de nordeste de Brasil. Estoy acompañando el  movimiento reivindicativo de este momento del asalto a los derechos constitucionales de los indígenas por el gobierno del Bolsonaro y los ruralistas a los que representa.

No sabría decir si el país se mueve poco o mucho para sacar el Bolsonaro, se que para el día 15 de marzo del año 2020 estaba marcada una grande movilización. Y fue el comienzo de las restricciones de la movilidad con el argumento de la pandemia. Creo que la pandemia había frenado bastante el movimiento, tenemos que ver que la izquierda se ha quedado prácticamente paralizada con la amenaza del virus. Salir a la calle y protestar se ha vuelto la cosa de derechas, y hasta hace pocos meses era así. Aquí en Brasil también hay mucha gente que le tiene màs miedo a la pobreza y al hambre que al virus, entonces el discurso que demandaba los confinamientos y no aglomerar no les era muy familiar. Y es lo que la izquierda estaba discursando todo el tiempo. Yo creo que aun vamos a entender el balance político de la profunda "politización" de la crisis sanitaria. Sin embargo, ahora el movimiento "Fora Bolsonaro" ha vuelto a ganar las calles. Hay manifestaciones por todo el país. Y las próximas elecciones del 2022 van a ser muy acaloradas, sin duda. 

pueda que sea esta la válvula de escape de un grande "Fora Bolsonaro"

En lo referido al movimiento indígena, su levante y su organización son una gran inspiración para muchos que sueñan con un Brasil diferente. Mismo que dentro del propio movimiento hay divergencias y criticas sobre la forma de realizar la resistencia- cosa normal, creo yo- los indígenas contra el Bolsonaro impresionan y dan ejemplo a todos. Claramente, los adelantos del juzgamiento del STF sobre la tesis del "marco temporal" demuestran el miedo de las élites a lo que puede llevar consigo esta grande movilización. Porque si les fuera quitado a los indígenas su derecho básico y garantizado por la constitución, no están solos. Atrás de ellos pueden salir a las calles los quilombolas y otros movimientos de lucha por la tierra. Y quién sabe, pueda que sea esta la válvula del escape de un grande "Fora Bolsonaro", juntando todos los descontentos con la situación actual. El gobierno sin duda tiene miedo a que esto acontezca. 
Por otra parte, el momento actual y un "sin saber" del futuro indígena han hecho con que el bolsonarismo se instalara dentro de las comunidades. Sin duda las iglesias evangélicas tienen su papel en este proceso. Pero es muy preocupante ver y saber los indígenas dando apoyo al Bolsonaro. Creo que esto es lo mas difícil, porque quiebra la unión dentro del pueblo indígena. Y es lo que quieren las elites ruralistas.
Sobre las milicias, con el gobierno miliciano del Bolsonaro el modelo miliciano del poder se ha instalado en todo el país. Y las comunidades indígenas no se salvan de ello. Las facciones del trafico están hoy en día presentes en la buena parte de las tierras indígenas, comandando las actividades ilegales. Como venda de tierras, garimpo (buscar el oro), extracción ilegal de las materias primas y recursos. Esta realidad a "militarizado" a los grupos contrarios a los intereses de los indígenas y que explotan sus territorios. Están bastante armados y organizados, frente a un estado cuyas instituciones se encuentran bien debilitadas con el actual gobierno. Y, dentro de las estructuras de poder del trafico que actúa en las áreas indígenas encontramos a los propios indígenas, incluyendo a los caciques.

Sobre si hay posibilidad de parar el monstruo que lo arrastra todo, que es el actual gobierno brasileño??

Yo siempre soy optimista y mismo que la lucha esta siendo difícil, creo que si los indígenas tienen chance de preservar sus derechos. Sus derechos están muy bien instituidos legalmente y como dicen los propios miembros del movimiento Pataxó: estamos haciendo la resistencia desde hace 521 años. No es por un gobierno que vamos acabar. Este es tan solo mas un momento de la lucha, que continua y que va a continuar.

Interview Hélios Molina - www.micmag.net 2021



1
2
3
4

  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • linkedin
  • Mixx
  • MySpace
  • netvibes
  • Twitter
 

Eventos

La morte amoureuse de Théophile Gautier

La morte amoureuse de Théophile Gautier au Théâtre Darius Milhaud

« Memories »

« Memories » de Philippe Lebraud et Pierre Glénat

Paul Klee, Peindre la musique

L’exposition numérique rend hommage aux deux passions de Klee, la musique et la peinture, et révèle les gammes pictural...

Alô !!! Tudo bem??? Brésil-La culture en déliquescence ! Un film de 1h08 mn

Photo extraite du film de Mario Grave - S'abonner sur notre canal Youtube  pour avoir accès à nos films :

Mundo vintage (clicar no título)

Marché Dauphine, un marché singulier
et ultra-spécialisé

Inauguré en 1991, le Marché Dauphine est le plus récent mais aussi le plus grand marché couvert des Puces de Saint Ouen : sur deux étages et dans un espace de 6 000 m2, il abrite quelque 150 marchands d’antiquités et de brocantes. Présentation, ici.

Destaques de París

« Loading, l'art urbain à l'ère numérique »

jusqu'au 21 juillet 2024 au Grand Palais Immersif


            


Notícias

Madrid, 11 mars 2004

L'Espagne, mais aussi l'Union européenne, rendent un hommage solennel lundi aux 192 victimes de 17 nationalités assassinées il y a 20 ans à Madrid dans des attentats à la bombe qui marquèrent le début des attaques islamistes de masse en Europe.

 
Pablo Neruda a-t-il été empoisonné ?
Cinquante après, le Chili relance l'enquête sur la mort du poète et Prix Nobel de littérature survenue sous la dictature du général Pinochet. Cancer de la prostate ou empoisonnement ?
 
Paris 2024 : les bouquinistes ne seront pas déplacés
Paris 2024 : les bouquinistes des quais de Seine ne seront finalement pas déplacés pour la cérémonie d’ouverture des JO « Déplacer ces boîtes, c’était toucher à une mémoire vivante de Paris » a déclaré à l'AFP Albert Abid, bouquiniste depuis dix ans au quai de la Tournelle.
 
Sophie Calle et la mort !
Sophie Calle, artiste de renom, achète des concessions funéraires au USA en France et ailleurs. "J'achète des trous" dit -elle à propos de sa mort.
 
53 journalistes et proches de médias tués dans la guerre Israel- Hamas
Cinquante-trois journalistes et employés de médias ont été tués depuis le début de la guerre entre Israël et le Hamas, selon le dernier décompte du Comité pour la protection des journalistes (CPJ)