Barcelona - reportaje

Desde Barcelona: El Círcol Maldà recupera el buen teatro de los 70

Josep Mª Navarro Cantero - 23 de noviembre de 2012
La sala del Círcol Maldà en el increíble marco de un antiguo palacio aristócrata-burgués en el centro –de la calle Petritxol y de la Plaza del Pí– lugares emblemáticos de esa Barcelona que se nos acaba.
Encuentro con Pep Tosar, “alma mater de la casa.”
foto ©Josep Mª Navarro Cantero
© Josep Mª Navarro Cantero

La sala de teatro del Círcol Maldà es de esas salas especiales, en el increíble marco de un antiguo palacio aristócrata-burgués de las galerías Maldà en el centro de Barcelona, cerca de las Ramblas,  de la calle Petritxol y de la Plaza del Pí, lugares emblemáticos de esa Barcelona que se nos acaba bajo la “piqueta” de la turistización y de la venta de la marca  Barcelona “urbis et orbe” .

En un café del barrio de Gracia de Barcelona hablamos con Pep Tosar, “alma mater” de la sala Círcol Maldà.  Pep es un conocido actor de origen mallorquín, que vive desde hace muchos años en Barcelona, atraído por la efervescencia cultural y la capacidad articuladora de una Barcelona que en los años 70 y 80 era referente cultural en todo el Estado Español, también a nivel internacional, y por supuesto para los territorios de habla catalana que desde aquí denominamos  “Països Catalans”.

"la crisis llegó para quedarse y retar a los y las creadoras culturales de este país, generando otra crisis más angustiosa"

“Era más fácil, hace unos años, encontrar dinero que hacer el teatro que a mi personalmente me gustaba…Tenía urgencia de una sala como necesidad para hacer el teatro que yo quería hacer…La sala Círcol Maldà llevaba unos años cerrada, y cuando la visité y la vi, fue como un flechazo, por sus características (es una sala de  apenas 100 butacas, repleta de cuadros antiguos, con mucha proximidad entre el espectador y los actores por sus dimensiones). No estaba bien equipada…En realidad cambié unas dificultades por otras…”

Pero la crisis llegó para quedarse y retar a los y las creadoras culturales de este país, generando otra crisis más angustiosa que tiene que ver con las capacidades de resistir y de seguir creando a pesar de todo y de todos los inconvenientes, entre ellos, las políticas culturales de una España y de una Cataluña cuyos gobiernos no apuestan por producciones de calidad, sino que prefieren los grandes espectáculos, seguros comercialmente hablando, y cuya calidad puede cuestionarse en muchas ocasiones. “Inauguramos la sala, ya equipada y adaptada en la primavera del 2008, no pensábamos que la crisis iba a ser tan grave…Ahora mismo y a la vista de lo que hay podemos alucinar…Todo esto ha provocado que no hayamos encontrado una relación favorable con la Administración Pública, por ejemplo en el reconocimiento como sala alternativa, con una financiación específica por serlo. Ahora bien, nosotros nos hemos creído el proyecto y lo hemos  sostenido hasta ahora…., yo diría que el proyecto que tenía en mente lo hemos realizado en un 80-85%...; tenemos un público, un espacio en la ciudad…, pero esto no es suficiente para garantizar la continuidad de nuestro proyecto….Nuestro actual espectáculo, UN DIA D‘AQUESTS (5 històries sobre Barcelona) va muy bien pero somos 8 personas en el equipo, más los actores, actrices, los escritores de las historias y los cinco directores/as; la taquilla nos aporta el 30% de los costes, las Administraciones el 50% y el resto te lo has de inventar y sacarlo de donde sea...”

“El Maldà  tan sólo sobrevive gracias a las redes alternativas de difusión”. 

En estos momentos los medios de comunicación “habituales” de prensa escrita, tipo La Vanguardia, El Periódico o El País, u otros medios de comunicación, dedican muchos menos espacios a las producciones culturales: la crisis ha impactado fuertemente en las capacidades de estos medios, y por tanto se limitan a cubrir aquellas producciones con las que ya tienen suscritos “contratos”, o que son producciones culturales que vienen avaladas por un cierto halo de éxito, o de “garantía” comercial.  “El Maldà  tan sólo sobrevive gracias a las redes alternativas de difusión”. Esta situación limita y mucho la capacidad de llegar más allá de ciertos círculos y sectores, y por supuesto implica un impacto claro en las posibilidades de financiar los espectáculos.

Y es que el mundo de la cultura, los diferentes espacios de producción cultural necesitan o de una implicación clara y consecuente de las políticas públicas, o de un mecenazgo consecuente y cabal. En este sentido Pep nos dice que “el micromecenazgo ha funcionada en algunas de las obras producidas en el Círcol Maldà, por ejemplo  la  relativa a la vida de Guillem d’Efac (poeta, cantautor y muchas otras cosas de Mallorca), TOTS AQUESTS DOIS, pero no en otras; por otra parte, realmente qué se puede esperar en este país del mundo de la empresa, acostumbrado a “pillar constantemente”. “La administración pública hace tiempo que trata de alejarse de las producciones culturales, y es que los políticos/as que se dedican al Ministerio o a la Conselleria, o a la Regiduría de Cultura no están preparados para trabajar en esta área, para ellos es como un mal trago estar en Cultura, es un calvario que han de pasar...para seguir su carrera de políticos/as profesionales”.

"el mercado, el dinero y la política mandan en estas creaciones..."

Pep Tosar rememora la trayectoria del teatro catalán a partir del legado del Teatre Lliure de finales de los 70, un teatro de gran calidad, de alta producción cultural y artística, un legado que ha quedado como truncado, y transmutado en fórmulas comerciales más o menos disfrazadas. “Nos encontramos en líneas generales con un teatro vulgar y comercial, muy influenciado por las producciones televisivas...Todo está pensado para llenar las salas de espectadores, que en ocasiones disimulan que les ha gustado la obra para no quedar mal, o que incluso disimulan que entienden mucho de teatro... El lenguaje de este teatro es el televisivo, y el mercado, el dinero y la política mandan en estas creaciones...”

Por otra parte y refiriéndose a Barcelona,  Pep afirma, “Yo ya no reconozco esta ciudad ..., a partir de las olimpiadas del 1992 veo una transformación impresionante de la ciudad (es lo que he querido reflejar y también los autores y directores/as en la obra UN DIA D’AQUESTS). Está pasando aquí lo mismo que en la Mallorca de los 70, cuando de hecho vendimos la isla al turismo low cost....El dinero de los turistas lo es todo... y todo lo justifica. Si paseas por las Ramblas no ves una sola persona del país (exagerando un poco..), todos son turistas, todo está pensado para venderse... Además en la ciudad todo huele a orines y vomitados...de un turismo devastador...”

En esta última pieza, UN DIA D’AQUESTS, encontramos que  en las diferentes partes de la obra, en las cinco historias, hay momentos muy críticos con el modelo Barcelona. Algunos de los personajes llegan a decir que Barcelona es una copa de vidrio, vacía, y del revés...O que la Sagrada Familia es un centro comercial, inaugurado por un mafioso (en referencia al pontífice de Roma). Así el personaje de Gaudí es una especie de “pepito grillo” de la Barcelona postolímpica, como si desde el más allá, removiéndose en su tumba, viera el resultado al que ha sido conducida su obra creativa....La pieza plantea un recorrido histórico de la ciudad, desde la euforia de los 70, que se abre con las esperanzas democráticas, pasando por la bajada a los infiernos de la drogadicción que golpeó muy duramente la ciudad en los años 80, a la eclosión del turismo en los 90, y la degeneración de los valores éticos que acaban siendo transformados en una especie de avidez desenfrenada por la acumulación de dinero, una especie de hedonismo basado en todo tipo de triquiñuelas especulativas, que han sido denunciadas, por cierto, por la ex-regidora del Distrito de Ciutat Vella,  Itziar González, en la reedición del famoso libro  “Barcelona Pam a Pam” de Alexandre Cirici.

"Quizás estamos a las puertas de una transformación considerable a nivel mundial"

Hablamos  por supuesto de los momentos actuales, de las reclamaciones de independencia por  buena parte de la ciudadanía catalana y también de la valenciana y mallorquina; de la relación de todo esto con el teatro catalán.....“Como ciudadano que habla, primero en catalán...también en castellano.., pero como ciudadano que tiene  como primera lengua el catalán me siento presionado por el Ministerio español de Cultura para programar compañías que hablan en castellano, pero yo entiendo que lo hacen con la voluntad de putear al teatro en catalán; entiendo que el teatro en catalán debería vivir con absoluta normalidad en todos los rincones del Estado español, igual que el teatro en euskera o en gallego...; se podría programar teatro en catalán subtitulado en Madrid, con toda normalidad, o en Burgos....Pero no veo que los políticos españoles hayan entendido que en esta Península Ibérica hay otros mundos. España cree que hablamos catalán para ir contra ella, o contra ellos.... ¿Quizás esto mejoraría en un estado de los países catalanes? Yo creo que sí mejoraría, sería una experiencia interesante... Me gustaría que nos pareciéramos más a Suiza... Quizás estamos a las puertas de una transformación considerable a nivel mundial (y no sólo por las cuestiones planteadas por el movimiento social independentista...), y nadie sabe qué pasará....Ahora bien, tengo la sensación que los países llamados del Norte tienen de nuevo la necesidad de empobrecer a los del Sur... Los “alemanes” tienen necesidad de oprimirnos...y vienen aquí a pasárselo bien por poco dinero.., mientras nos imponen condiciones brutales a través del Banco Central Europeo...”

Para finalizar esta conversación-entrevista, Pep Tosar me recuerda lo que en síntesis es su filosofía básica relativa al proyecto de la sala Círcol Maldà, “lo que hace posible el Círcol es esta fidelidad, sin esfuerzo, a una determinada manera de hacer teatro, un camino que se debe hacer y seguir y que no está contaminado de factores externos. Lo que quiero hacer es lo que me interesa...”



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