¿Le gustaria tapear por Madrid con Juana Martinez?

Normalmente cuando uno piensa en Madrid, se le vienen a la cabeza muchas cosas, como cuando visitamos cualquier gran ciudad, pero en el caso que nos atiene, pensamos en sus grandes museos (El Prado, Thyssen, Reina Sofía.. y muchos otros), por supuesto también en los deliciosos paseos por su barrio de las letras, por su plaza Mayor, sus cavas y ese Madrid esplendoroso del siglo XVII, o en la multiculturali dad y diferentes etnias que forman sus Lavapiés/Embajadores…e incluso si seguimos enumerando más cosas, le podemos hacer un guiño a los futboleros que seguro que identifican como templos imposibles de no visitar los estadios Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón, según la tendencia sea vikinga o colchonera.

Pero sin duda alguna hay algo que ciertas personas, entre las que me incluyo, adoramos de la capital española, y es su gran ambiente de tapeo. Para mí que procedo de la tierra de la paella (otro día dedicaremos un especial a Valencia y sus deliciosos arroces) es todo un placer arribar a Madrid y encontrar ese panorama del tapeo, que engloba toda la gastronomía nacional.

Es bien sabido que España es conocida mundialmente por su tradición de las tapas, pero también es cierto que algunas zonas la profesan más que otras. En el norte a su manera, y en el sur y el sureste español con fervor (ciudades como Murcia y Granada son grandes exponentes de ello). Lo increíble de Madrid es que pese a su tamaño de gran urbe, no se haya lanzado en los brazos de la comida rápida y la pérdida de identidad que tanto se lleva en este mundo globalizado, y que sí han hecho otras grandes ciudades europeas. Madrid conserva esta esencia, y toda España tiene cabida en este punto de la geografía nacional, por eso hemos querido recomendar algunos de esos sitios con identidad que hacen que Madrid resulte tan atractiva a los ojos incluso de los que no tienen interés por el resto de las múltiples ofertas de la ciudad.

Nuestro paseo comienza un sábado cualquiera por la mañana, y junto a nuestro hotel encontramos un sitio increíble ‘’La Marisquería del 79”, lugar de barrio situado en la Calle Vallehermoso nº 79, para comer marisco a buen precio y de calidad, con una decoración torera, que incluye fotos del diestro madrileño José Tomás, que parece que también se las toma allí. Interesante en este lugar ver la oferta del día, nosotros pillamos la de las ostras, ¡y eran deliciosas ¡ tampoco está mal probar sus torreznos caseros.

Después de nuestra primera etapa bajamos andando hacia Malasaña, y entre la plaza del Dos de Mayo y la plaza Juan Pujol, nos encontramos con ‘’Casa Camacho”, en la calle San Andrés nº 4, y esta sí que es una verdadera taberna, y la primera de nuestro recorrido, camareros con camisa blanca y pantalón oscuro, un vermut o una caña acompañada de empanada gallega, croquetas o tostas y por favor prohibido olvidar entrar al cuarto de baño, toda una experiencia. Si no fuera por su pantalla de plasma, pensaría que estamos en otra época.

En nuestra bajada hacia el centro pasamos por la calle Colón, y allí encontramos una segunda bodega ‘’La bodega de Ardosa’’, que debe datar por su aspecto de la misma época que ‘’Casa Camacho’’, una camarera muy simpática nos informa de las tapas, ahora nos pasamos a la cerveza (por cierto muy buena de importación checa), observamos que aquí el nivel de las tapas es de notable, muchas y variadas, la tosta de foie con arándanos simplemente un placer. Y para los fumadores tienen un tonel en la calle donde tomarlas.

Como aun nos quedan fuerzas paseamos un poco más y aparecemos en Antón Martín, y justito allí en la calle Ave María, ya en los aledaños de Lavapiés, encontramos ‘’Bodega Alfaro’’. Volvemos al vermut y seguimos con las tostas de sardinas ahumadas y aquí probamos un salmorejo auténtico. Su camarero Manuel, un jerezano muy simpático, y la taberna muy bonita, en colores rojos y madera, y por supuesto su decoración taurina. En la Alfaro nos encontramos con un amigo granaino y su amiga italiana, seguimos el aperitivo y ellos residentes en Madrid, nos muestran otro lugar con mucho sabor, ‘’La Venencia’’ situado en la calle Echegaray nº 17, frente al hotel inglés. Y aquí ni vermut ni caña, sino un buen vino fino andaluz.

Lo que sigue después me lo reservo, pero con esta ruta asegurado queda, nadie se va insatisfecho, ¡qué la disfrutéis ¡

Gracias por la colaboración y compañía de dos físicos Javier Molina y Miguel Ibáñez, que me acompañaron en mi aventura y con los que se puede hablar de física-cuántica y de otras muchas cosas.