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| Este principio de año ha estado marcado por el surgimiento de un fenómeno literario raro… abuelitos rebeldes baten records de ventas en librerías. Stéphane Hessel ha causado de hecho un revuelo con su pequeño libro ¡Indígnense! (Indignez-vous!), ha vendido más de 1,7 millones de ejemplares tras su aparición el pasado mes de diciembre, ya que lanza una llamada a la Resistencia. También ha tenido repercusión, la obra LA VOIE, Pour l’avenir de l’humanité ( La VIA, para el futuro de la humanidad), del viejo sabio o filósofo Edgar Morin, aparecido el último mes de febrero, del cual ya se han vendido más de 30 000 copias. Hessel reconoce que fue fácil para él, que conoció el nazismo y la Francia de Vichy, el haber podido revelar, gracias a su tremenda juventud, los motivos de una indignación justa que lo llevaron a entrar en la resistencia junto al General De Gaulle. En esta pequeña obra, él, que fue uno de los coautores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, lanza una llamada que merece la pena ser atendida: los motivos de una Resistencia nueva están aquí, “solo hay que buscarlos para encontrarlos”. De hecho, solo hay que abrir los ojos para verlos : las desigualdades económicas son cada día más visibles; la caza al chivo expiatorio que no posea papeles, Gitano o hijo de inmigrante ; la indecencia de los poderosos que exhiben sus riquezas y que liquidan nuestros logros sociales refugiándose tras la crisis económica…todas aquellas contradicciones y los absurdos que componen el mundo actual tendrían que bastar para provocar la indignación que el nonagenario rebelde, y sin embargo gaullista, está pidiendo. Y de la indignación vendrá la Resistencia. No os recomiendo esta obra porque se haya formado un bola de nieve alrededor de ella, y tampoco es porque se trate de la última producción literaria… sino porque les corresponde a todos los que creen tener los motivos de una cólera justa, correr a adquirirlo. Aquí, no cabe destacar, ni la belleza de la letra, ni una adhesión total a los motivos de indignación propios del Señor Hessel. Comprar este libro es un acto civico para los que no han olvidado que el término de Igualdad sigue formando parte del lema de Francia. Al fin y al cabo, se trata de hinchar las « sarkosantas » cifras de aquella contestación embrionaria que dice “NO” a la indiferencia frente a injusticias cada vez más notables.
¿LA VIA, un plan político?
Los verdaderos motivos de indignación los sirve, Morin en bandeja de plata a través de su obra La VIA. ¿Es por eso, que he podido leer en algunos lugares que este libro está marcado por el pesimismo? Constatar que nuestro planeta y la humanidad que sostiene se unen en una pendiente difícil de remontar, ser realista o tal vez alarmista sobre el futuro de nuestro destino común, es, tal vez, ser pesimista. La proliferación continua del armamento nuclear, la degradación alarmante del medio ambiente, el triunfo de los fanatismos religiosos, económicos y consumistas, la uniformización de las individualidades vía una globalización desenfrenada…están sin duda presentes. Si el filósofo se hubiese conformado con llevar a cabo este tipo de afirmaciones, yo habría compartido dicha opinión referente al pesimismo del libro. Pero el viejo sabio concluye su introducción con estas palabras, « ya no es suficiente denunciar. Nos toca desde ahora enunciar. No es suficiente recordar la urgencia. También hay que saber empezar por definir las vías susceptibles de conducir à la Vía. El mensaje que indica la Vía está en curso de elaboración, es a lo que, aquí, intentamos contribuir. El origen está por delante de nosotros, decía Heidegger. La Metamorfosis seria de hecho un nuevo origen".Tras la introducción, se enumera un bloque heterogéneo de contestaciones constructivas y de iniciativas positivas que se están produciendo en todos los continentes. Son éstas las que el filosofo intenta sistematizar, conectar, hacer conocer, en una obra rica en reflexiones y llena de esperanza basada en cuatro grandes partes que son “las políticas de la humanidad”, las reformas del pensamiento y de la educación”, “las reformas de la sociedad” y “las reformas de la vida”. Con lo que me quedo de esta obra es que podría ser la base de un nuevo plan político, impregnado de humanismo y universalismo y que vela por recordarnos que somos los guardias comunes de una diversidad de riquezas humanas que tenemos que cuidar.
¡Los abuelitos nos muestran la Vía!
Si todo es discutible, ¡conviene debatir! Parece que los defensores de pensamiento libre, de la reflexión y del compromiso hayan lanzado una primera ofensiva en contra del oscurantismo ideológico que nos gobierna… a poco más de un año de las elecciones presidenciales. Así pues, nos toca embriagarnos de estas reivindicaciones para que nuestros representantes entiendan su alcance. Pero lo más importante, y es el mensaje común de estos dos ancianos Resistentes al totalitarismo nazi, es meditar aquella frase de Margaret MEAD, citada en la introducción de Morin - " no dudemos nunca que un pequeño grupo de individuos conscientes y comprometidos puedan cambiar el mundo. Así es como siempre ocurrió".
NB: “Indígnense” a 3 euros - está traducido en varios idiomas. El último febrero lanzaron el libro en Berlín.
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